Cómo almacenar los reactivos químicos en el laboratorio

Los reactivos químicos son esenciales para los experimentos de laboratorio. También son extremadamente peligrosos. Existe un delicado equilibrio entre utilizar reactivos químicos y mantenerlos seguros y accesibles en el laboratorio, así como asegurarse de que no suponen ningún riesgo para ti ni para tus compañeros científicos. Este artículo explica cómoalmacenar los reactivos químicos en el laboratorio, para que puedas trabajar con ellos de forma segura y eficiente. Si trabajas en un laboratorio de química, es posible que tengas que seguir unos protocolos ligeramente diferentes debido a los posibles riesgos de seguridad, pero estos principios deberían seguir aplicándose dondequiera que trabajes.

 

¿Qué son los reactivos químicos?

Los reactivos químicos son sustancias que los científicos utilizan en el laboratorio para realizar experimentos. Pueden ser desde cristales hasta polvos, líquidos o sólidos. Se utilizan para una gran variedad de propósitos y tienen muchas características diferentes que pueden afectar a cómo deben almacenarse. 

Precauciones de seguridad para trabajar con productos químicos

Hay que tomar muchas precauciones de seguridad cuando se trabaja con productos químicos. En primer lugar, asegúrate de utilizar el equipo de protección adecuado para tu trabajo. Hay que llevar batas de laboratorio, guantes y gafas de seguridad en todo momento en el laboratorio. También debes llevar un calzado que te cubra los pies y las piernas para protegerlos de derrames u otros posibles accidentes. Los reactivos químicos se guardan generalmente en la cámara frigorífica, en los congeladores o en las estanterías del espacio principal del laboratorio. Es importante etiquetar los recipientes con un rotulador permanente para poder identificarlos fácilmente. También deben almacenarse lejos de todo lo que sea combustible y lejos de ventanas y puertas. Los productos químicos como el etanol no deben calentarse nunca porque podrían inflamarse y provocar un incendio. Del mismo modo, asegúrate de que no almacenas productos químicos cerca de fuentes de electricidad, como enchufes o regletas, ya que esto podría provocar una explosión. Tampoco se deben mezclar productos químicos a menos que lo indique un manual de laboratorio o un profesor, ya que esto podría producir sustancias tóxicas. 

Almacene los productos químicos en armarios específicos o en una campana de humos.

Hay dos lugares en los que puedes almacenar tus reactivos químicos: en un armario específico o dentro de una campana extractora. Si tiene un armario dedicado a los productos químicos, asegúrese de que es específicamente para productos químicos y nada más. Esto evitará la contaminación de otros materiales. Si no dispone de un armario aislado para productos químicos, almacénelos dentro de una campana de humos. 

Utilizar segundos contenedores para el transporte y la mezcla

Los productos químicos no deben mezclarse nunca en el envase original. Es mejor verter una cantidad medida de cada producto químico y ponerla en un nuevo recipiente. Así se evita la contaminación cruzada y la posibilidad de que se produzca una explosión por la mezcla de productos químicos incompatibles. Una vez que tenga los productos químicos en sus segundos recipientes, podrá transportarlos de forma segura a su banco o al lugar donde se vayan a utilizar. Este principio es especialmente importante cuando se transportan reactivos que pueden reaccionar entre sí, como el ácido y la base. Estas sustancias deben transportarse siempre por separado y mezclarse sólo cuando se necesiten para el experimento. Mezclar reactivos químicos antes de necesitarlos puede ser peligroso, así que asegúrate de seguir esta regla estrictamente. 

Mantenga los contenedores cerrados y claramente etiquetados.

Una de las cosas más importantes que puede hacer para mantener la seguridad de sus reactivos químicos es almacenarlos en contenedores cerrados y claramente etiquetados. Cuando abra un recipiente por primera vez, asegúrese de que está bien cerrado y de que la tapa no está suelta o rota. También debes asegurarte de que la etiqueta del recipiente es lo suficientemente grande como para leerla con facilidad y ha sido creada con un rotulador permanente. Las sustancias químicas reaccionan cuando se exponen unas a otras, y pueden no reaccionar favorablemente. Cualquier sustancia que reaccione de forma desagradable producirá sustancias tóxicas, pero esto puede evitarse si se tiene cuidado con la forma de almacenar los productos químicos. 

Rote sus existencias y compruebe su deterioro

Es importante vigilar de cerca sus existencias de reactivos químicos para asegurarse de que no se deterioran. Esto es especialmente cierto para aquellos reactivos que son volátiles o que tienen una vida útil corta. Una forma de hacerlo es rotando las existencias periódicamente y comprobando la fecha del frasco o del tubo para verificar su antigüedad. Si notas algún deterioro, si hay cambios de color, si el contenido se ha cristalizado o si ocurre cualquier otra cosa extraña, es el momento de sustituir esa botella o tubo. 

Conclusión

En muchos casos, la seguridad es la primera prioridad cuando se trata de almacenar productos químicos. Para evitar problemas, lo mejor es almacenar los productos químicos en un entorno controlado y seguir unas sencillas directrices. Hay que tener siempre cuidado al manipular los productos químicos y no guardarlos en lugares donde puedan estar expuestos al calor o a otras fuentes de ignición. Por último, hay que guardar los productos químicos en sus envases originales, que deben estar claramente etiquetados.